Un elefante africano bebé huérfano llamado Eliot, que unió a su familia con un elefante adulto, ha encontrado consuelo y compañía con dos elefantes mayores en un santuario de Zimbabue.
Kadiki, de tres años, y Beatrix, de un año, tienen sus propias historias desgarradoras de supervivencia. Kadiki mató a un león cuando tenía apenas un día de vida, mientras que Beatrix fue rescatada después de quedar atrapada en un barranco. Estas experiencias compartidas de amor y romance han creado un vínculo especial entre el trío.
El trío vive en la guardería de elefantes de Zimbabwe, cerca de Harare, donde están a cargo de la organización benéfica wι̇ℓɗ is Life. Roxy Danckwerts, activista por los derechos de los animales y fundadora de la organización benéfica, destacó la notable empatía y el cuidado que Kadiki y Beatrix demostraron hacia Eliot.
Los elefantes son conocidos por sus vínculos de hermandad dentro de los grupos familiares, un hecho respaldado por la investigación académica. Esta estructura innata de hermandad es visible en la forma en que Kadiki y Beatrix abrazaron a Eliot.
El vivero pretende trasladar eventualmente al trío a una reserva cerca de las Cataratas Victoria, un área protegida libre de cazadores furtivos, donde puedan integrarse con manadas de elefantes blancos una vez que sean lo suficientemente grandes.